lunes, 17 de noviembre de 2008

RECOMENDACIONES PARA LA CIUDADANÍA CORPORATIVA



La Fundidora Monterrey es un claro ejemplo de una empresa que NO ha adoptado el término de Ciudadanía Corporativa, debido a los diversos temas expuestos anteriormente. Sin embargo, es importante mencionar que las empresas de hoy en día necesitan incorporar este término en sus compañías, ya que no sólo les brinda prestigio, sino también las vuelve más atractivas para hacer negocios.

Esta empresa mexicana sentó la base de lo que las nuevas empresas deben y NO deben hacer. A manera de reforzar estas ideas, planteamos las siguientes recomendaciones:


  1. Es parte de la "Ética en los Negocios" que las empresas busquen los medios para ocupar un lugar dentro de la sociedad en la que se desempeñan. Para lograr este propósito es necesario que se enfoquen en los deberes y derechos de la comunidad en general. De esta forma, se crea y mantiene un ambiente de trabajo agradable, los trabajadores gozan de cierta estabilidad, la comunidad se siente parte de la empresa y viceversa, se evitan protestas, paralizaciones, reclamos, etc.
  2. Los diversos tipos de empresas pueden emplear tres perspectivas distintas sobre la ciudadanía corporativa: Perspectiva Limitada, Perspectiva Equivalente, Perspectiva Extendida. Cualquiera de las perspectivas que adopte una empresa es buena y justificada por el rol y las necesidades de la misma; sin embargo, aquellas que optan por una perspectiva equivalente o extendida, consideran de manera más amplia los grupos de interés, en el sentido de que se preocupa por la sociedad en general y no sólo por los trabajadores de la empresa.
  3. Es probable que pocas empresas puedan velar por todos los aspectos que encierra la responsabilidad social empresarial; sin embargo es crucial que tenga en cuenta los derechos individuales de la comunidad (Derechos Sociales, Civiles y Políticos).
    Dentro de los Derechos sociales, las empresas se pueden encargar de asegurar servicios de salud, construir escuelas, urbanizar las zonas aledañas (en el caso de las mineras, por ejemplo), etc.
    En cuanto a los Derechos civiles, las empresas pueden asumir un rol intermediario entre las comunidades y los gobiernos para exigir protección ante la interferencia de terceros.
    Por último, pero no menos importante, están los derechos políticos. A este nivel, las empresas extienden su compromiso con las comunidades para reforzar o crear lazos de identidad, cohesión y sostenibilidad entre estas, lo cual no es una obligación para la empresa, pero es de gran ayuda para mantener un clima apropiado.
  4. Es importante que la empresa se sienta motivada de manera intrínseca en este sentido, que realmente sienta la necesidad de comprometerse con aquellos que se verían afectados ante cualquier decisión, cambio o problema de la compañía. En el caso de la Fundidora, era vital actuar a favor de la protección, facilitación y promoción de los derechos de las comunidades al momento de implementar la planta peletizadora (por la contaminación ambiental) o al momento de declarar la empresa en quiera (por la ausencia de responsabilidad social son los principales grupos de interés).

Todas las empresas, de alguna forma, están obligadas éticamente (no legalmente) a ser socialmente responsables. Ya sea por interés propio o por el simple hecho de contribuir con el bienestar de la sociedad.