El caso de la Fundidora Monterrey fue, en su momento, uno de los casos más sonados en el tema de faltas contra la ética, debido a que el 10 de Mayo de 1986 se declaró en quiebra dejando sin empleo a más de 15 mil trabajadores.
Como se comentó el incio del Blog, la Fundidora Monterrey comenzó siendo una empresa privada con más de 70 accionistas. Las actividades de la Fábrica consistían en la exploración y explotación de minas de fierro y carbón para su posterior transformación en diversos objetos.
La Fundidora representó una de las empresas más grandes en su sector, a inicio de 1900; sin embargo, numerosos obstáculos impidieron que llegue a su apogeo comercial. Dentro de los hechos principales que marcaron el destino de la fábrica podemos encontrar los siguientes:
Los primeros problemas que tuvo que afrontar la empresa fueron causados por la crisis mundial y el inicio de la Revolución Mexicana. Asimismo, la construcción de la planta peletizadora causó un gran malestar a la comunidades aledañas a la fábrica por el el polvo que esta expedía. Debido a estos y otros factores económicos y financieros, la Fábrica no pudo alcanzar sus objetivos en cuanto a ventas y producción, lo cual determinó el destino trágico de la planta y sus trabajadores.
El problema principal de faltas contra la ética se centra en el hecho de que el Estado, al haber adquirido la Fábrica, no tomó medidas preventivas antes de declarar la empresa en quiebra. Tomó en consideración los problemas económicos por los que podían estar pasando los accionistas, mas no las repercusiones que podía tener en los miles de trabajadores que quedaron sin empleo de la noche a la mañana.
En este caso, era de esperarse que el Estado , como propietario de la Fábrica, anunciase a sus empleados los problemas por los que estaba atravesando, de manera que pudiera darles tiempo y oportunidad de conseguir nuevos empleos. De manera contraria, aparentó ser una empresa exitosa hasta el dia de cierre, lo cual tomó por sorpresa a todos.
Peor aun, en lugar de apoyar a sus miles de desempleados los perjudicó, al ubicarlos en una "lista negra", imposibilitándolos para conseguir un nuevo trabajo.
En la actualidad, el tema de Responsabilidad Social y Ambiental en las empresas, especialmente las vinculadas a la minería, es muy importante y determinante en el éxito y prestigio de las mismas. Cabe resaltar que la Constitución Mexicana ampara los derechos humanos de los trabajadores, asi como apoya la participación activa de las comunidades en lo respectivo a los temas medioambientales que afecten su entorno.
Se hará uso de los tres pilares de sostenibilidad para poder realizar una propuesta de la Estrategia de Sostenibilidad de la Empresa.
En primer lugar, la Fundidora Monterrey debió realizar sus actividades de explotación minera teniendo como base la preservación de su entorno natural, para no alterar el ecosistema, ni contaminar el medio ambiente. Esto lo pudo haber llevado a cabo, con un previo Estudio de Impacto Ambiental para la construcción de la Planta Peletizadora, que le hubiera proporcionado información suficiente para prever la contaminación de las comunidades. Cabe resaltar que esta planta se construyó en el año 1975. Para esta fecha, ya se habia tocado el tema de la responsabilidad social en el Convenio de Estocolmo (1972); sin embargo, es recién en el año 1992, que se toca de nuevo este tema con mayor rigurosidad en la Declaración de Rio de Janeiro. Por este motivo, las fábricas que subsistieron y mantuvieron sus operaciones tuvieron que acogerse a las regulaciones que, posteriormente, se dieron.
En segundo lugar, el Estado Mexicano, como propietario de la Fábrica, debió tomar medidas para evitar que miles de personas quedaran desempleadas de la noche a la mañana. Esta errónea estrategia por parte del Estado, aumentó considerablemente el índice de desempleo, lo cual trajo consigo efectos negativos en la economía que perduraron en el largo plazo. Para que cualquier empresa tome una decisión de esta magnitud, debe tomar en consideración los efectos que pueda tener en el corto y mediano plazo, tanto para la economía del país como para la economía interna de la empresa.
Finalmente, en cuanto al aspecto social, la empresa debió haberse encargado de realizar la liquidación de los activos de la empresa y repartirlos entre sus trabajadores, asi como una justa indemnización a todos aquellos empleados que quedaron en la calle. Gracias a casos como este, hoy en día la Constitución Mexicana ampara los derechos humanos del trabajador, protegiéndolo y dándole prioridad en situaciones extremas como la presentada.